No lo decimos nosotros, lo dice la AFI (Autoridad Fiscal Independiente) que es un organismo público promovido por la Unión Europea (independiente del gobierno) que entró en funcionamiento en noviembre de 2013 con la misión de garantizar el cumplimiento efectivo del principio de sostenibilidad financiera para las Administraciones Públicas.
ALa AFI ha pronosticado que antes que acabe el 2018 se agotará el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, cuya dotación actual asciende a 32.481 millones de euros. Este es el gráfico que publica la propia AFI:
El Gobierno sacó en 2015 del Fondo de Reserva de la Seguridad Social un total de 13.250 millones de euros para pagar las pensiones ante la insuficiencia de liquidez con la que se encontró en momentos puntuales, como el abono de las pagas extraordinarias.
Las reflexiones de la AFI se centran en que la economía española tiene un déficit estructural no achacable a la crisis económica del 3% del PIB (25.000 millones €. Anuales) que no se han conseguido reducir ni con las subidas de impuestos ni con los recortes del gasto de los últimos años. De hecho en 2012 se sacaron 7.000 millones de la hucha de las pensiones, otros 11.648 millones en 2013 y 15.300 millones de € en 2014.
La Seguridad Social constituye el núcleo duro del Déficit Público según este organismo. La llegada a la jubilación de las generaciones del Baby Boom hará imposible reducir el número de pensiones que paga el estado, y la elevada tasa de desempleo que permanecerá de la economía española, junto con los contratos precarios y temporales hará imposible subir la recaudación por cotizaciones. En conclusión, el déficit de las pensiones es verdaderamente estructural.
Por otro lado, no debemos olvidar que la Unión Europea exige que la deuda de los países miembros no supere el 60% del PIB para que sea sostenible. La AFI considera en sus proyecciones que esta cifra no se alcanzará en la economía Española hasta el 2.033. En otras palabras, la reducción de la deuda es un compromiso ineludible del estado Español.
Ante la dificultad de subir impuestos para financiar las pensiones (IVA o IRPF) para no poner en peligro la recuperación del crecimiento en España, diversos economistas ya han pronosticado que cuando se termine el Fondo de Reserva de las Pensiones en 2018, no habrá más remedio que eliminar la parte del déficit que se financiaba con el fondo de reserva, es decir, las pagas extraordinarias de julio y diciembre, que “oh!! Casualidad”, suponen justo unos 15.000 millones anuales. Ello significa una bajada superior al 16% para los que ya están percibiendo una pensión, y es de esperar que las nuevas pensiones tendrán sólo 12 pagas.
Recordemos además que a partir de 2019 entrará en vigor el Factor de Equidad Intergeneracional (FEI) aprobado en la ley 23/2013 para el cálculo de las pensiones de los nuevos pensionistas. Este factor modera el crecimiento de las nuevas pensiones en proporción al aumento de la esperanza de vida. Aún no sabemos su cuantía, pero la pérdida de 2 pagas más el Factor de Equidad Intergeneracional, podría suponer una reducción de aproximadamente un 20% de las pensiones para los nuevos pensionistas en dos o tres años.
Además es de prever que las pensiones devengadas tendrán durante muchos años el incremento mínimo del 0,25% que marca la ley, es decir, que estarán prácticamente congeladas, para no provocar más déficit al Sector Público.
La consecuencia de todo esto es que se tendrán que complementar las pensiones públicas de alguna manera,
- Bien con patrimonio ahorrado para los que dispongan del mismo, bien ahorrado individualmente o por pensiones a través de la empresa.
- Bien retrasando la edad de jubilación para las personas que no tengan patrimonio ahorrado. Recordemos que la jubilación en nuestro país sigue siendo voluntaria, excepto en algunos convenios sectoriales muy minoritarios en que se ha pactado en negociación colectiva la jubilación forzosa a una determinada edad.
Desde la publicación de la Ley de Planes y Fondos de pensiones en 1.982 nuestro país está a la cola de los países de la OCDE en el crecimiento de los Sistemas de Previsión Privados (empresariales o individuales). Es decir, el punto a) anterior servirá para muy poca gente si no se reactiva con una legislación más adecuada que la actual.
SI la gente no se puede jubilar y tiene que continuar trabajando, se abrirá una nueva era, en la que se tendrán que adaptar los procesos productivos y los puestos de trabajo a personas de mayor edad. En este punto no existen precedentes en nuestras economías y la legislación actual tampoco lo contempla.
En definitiva, se acerca otro motivo de cambio importante en nuestra sociedad y en nuestras empresas ante el que debemos estar lo mejor preparados posible
Si necesitas contrastar ideas o intercambiar opiniones, no dudes en contactar, estoy a tu disposición!!!.
