El pasado 16 de marzo, justo antes del confinamiento, impartí la última parte del curso de retribución, para empresas del Sector Cárnico, como muestra la imagen.
En tan solo 7 semanas el contexto económico ha dado un vuelco sin precedentes. Hemos pasado de estar en la parte alta del cicló económico, recuperando los niveles salariales de la crisis del 2008 en el sector público (recordad el Decreto 3/2020 de 11 febrero del govern de catalunya que autorizó un incremento salarial del 2,3% en todas las instituciones y organismos de su competencia, más la recuperación del 60% de la paga extra que se redujo en 2013), a una destrucción de negocios y de la economía productiva en la que el 19,7% de la población ocupada en Catalunya está actualmente incluida en un ERTO.
El curso iba de retribución variable y tiene por finalidad mostrar todos los elementos del paquete salarial para adaptar las organizaciones a un entorno VUCA+H (hiperconectado) como el actual. En este contexto es imprescindible “flexibilizar” las estructuras retributivas de las empresas e instituciones para sobrevivir mutuamente. Sin empleados las empresas no existen.
El elemento de flexibilidad por excelencia es la retribución variable, ya que se autoregula. La que se fijó en enero con las expectativas de inicio de 2020 se ha descontextualizado y no se pagará (esto es un ahorro para las organizaciones de entre un 10% y 20% de la nómina). Al reanudar la actividad, se podrán fijar nuevos objetivos retadores acordes con las nuevas circunstancias en cada organización. Por ejemplo algunos hospitales han comunicado recientemente a su personal sanitario un variable por el sobreesfuerzo del coronavirus, algunas empresas como Mercadona han anunciado el pago de 340M.€ por los objetivos del año 2019 y 40 M.€ adicionales por el compromiso de la plantilla durante la pandemia, y un tercer ejemplo es una institución financiera que anunció el pago de 2.000€ a cada empleado por los resultados de 2019 que se han pagado durante el estado de alarma.
Otro elemento de flexibilidad retributiva lo constituyen aquellas organizaciones que permiten a sus empleados elegir como parte de su retribución el tíquet guardería, el tíquet transporte o el tíquet comida. En este periodo de confinamiento en que no se han utilizado, podrán abonarlo como parte de la retribución.
Hay que superar la creencia que las personas trabajadoras son un coste. Si en vez de trabajadores nuestra concepción es la de colaboradores, personas adultas y plenas con las que se puede hablar, pactar y colaborar, se van a abrir múltiples posibilidades de adaptarnos a las nuevas circunstancias
Y es que en la gestión del fijo tenemos muchas creencias que superar. No olvidemos lo que ha pasado con los jugadores de fútbol, que han renunciado a una parte importante de sus retribuciones fijas durante un tiempo por solidaridad con los clubes. ¿por qué no puede suceder en otros sectores si es beneficioso para ambos?.
En Austria, por ejemplo, la entrada en confinamiento ha supuesto la publicación de una rebaja de sueldos por real decreto para todos los empleados del país (un 10% para salarios bajos y progresivamente mayor rebaja para los salarios más elevados), pero manteniendo el puesto de trabajo y la relación con la empresa o institución y sin ir al paro. Las ayudas del estado se han dado a las empresas incluyendo el coste salarial rebajado y las cuotas a la Seguridad Social. El paro ha aumentado un 12,2% por los sectores ligados al turismo (hoteles, restauración), situándose en un más que aceptable 5,2% en marzo, pero en el 87,8% de los casos se ha mantenido el empleo. Al levantar el confinamiento, los trabajadores volverán a su puesto de trabajo y se restaurarán las condiciones anteriores a la pandemia sin descapitalizar las empresas y sin que los empleados hayan pedido su vinculación con su empleador ni gastado un solo dí de prestación por desempleo.
En el caso español, el ajuste se ha hecho a través del estado (el 26% del empleo es temporal por lo que han ido directamente al paro ó a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que de momento reciben la prestación de paro y que en su momento volverán al trabajo o pasarán al ERE definitivo, es decir, al paro). Las personas que han necesitado recursos ha tenido que acudir a solicitar créditos personales con la garantía del estado. El vinculo con la empresa se ha roto en la mayoría de los casos. El tejido productivo se ha dañado.Todo lo arregla papa Estado.
Reengancharse al tren del trabajo será más largo y doloroso en el caso español. Todo indica que volveremos a niveles de desempleo del 2008, lo que implicará una caída importante del mercado salarial. Tendremos que renegociar las condiciones retributivas en cada caso o al buscar un nuevo trabajo nuevo, y ahí ya sabemos que el mejor postor es quien cobra menos. Aparte y adicionálmente la desvinculación de los empleados con la empresa tendrá secuelas en la descapitalización del conocimiento, la perdida de confianza y del compromiso.
En definitiva, los entornos VUCA+H se consolidan, y la corresponsabilidad empresa-empleado es cada vez más alta. Los empleados no son un coste, sin ellos la empresa simplemente no existe. Los costes se pueden y deben flexibilizar, tanto para atajar las pérdidas como para distribuir las ganancias. De esta saldremos entre todos, pero todo será otra cosa.